lunes, 30 de noviembre de 2009

Woody Allen políticamente correcto.

No recuerdo si es en Manhatam o en Annie Hall donde Allen hace un chistecito sobre la homosexualidad de los griegos. Dice algo así como “Qué nos van a enseñar aquellos tipos… si se tiraban a jovencitos.”

Se ve que los tiempos han cambiado y a Woody Allen le ha llegado noticia de lo bien que le va a Zapatero, su matrimonio homosexual, su talante y su buen rollo.

A mi me divierte Woody Allen (es toda una vida la que llevo con él) pero eso no quiere decir que coincida ideológicamente con las reflexiones que se le ocurren. Por ejemplo, desde este punto de vista su última película me parece muy endeble. ¿Alguna vez sus tesis no han sido flojas?

La idea la resume su título: “Si la cosa funciona”.

Woody Allén recoge (de refilón la mayoría) unas cuantas historias de pareja:
1. La de unos homosexuales.
2. La de una mujer que pasa de “fundamentalista cristiana” (por lo visto en América existe eso) a liberada que vive con dos hombres.
3. La del protagonista que se lía con una jovencita (supongo que no es menor, pero no lo recuerdo)

En el final feliz, cuando todas las historias han llegado a un buen puerto, de un modo muy explícito el protagonista nos cuenta cual es la tesis de la película, por si alguno no nos habíamos enterado (Allen debía sabía que yo iba a ver la película y que soy torpe para estas cosas).
Cualquier historia es válida “si la cosa funciona”. Lo que no explica Allen es en qué consiste que la cosa funcione. Por ejemplo, el protagonista sufre un intento de suicidio que por circunstancias accidentales no puede ser consumado. De haberlo conseguido ¿habría que considerar que su historia con la jovencita no había funcionado?

Yo me pregunto si la historia de Josef Fritzl, aquel tipo austriaco que violaba y tenía encerrada a su hija en un zulo, funcionó. ¿Hubiera funcionado (para él) de haber muerto este hombre antes de que se descubriera la salvajada?

¿Qué significa decir que algo funciona?

Pseudópodo también anda últimamente preocupado con esa especie de justificación de las ideas por la acción. Una creencia es verdadera si funciona. ¿qué significa que funciona? ¿funciona para qué? ¿funciona para quién?

Demasiadas preguntas sin respuesta.

sábado, 28 de noviembre de 2009

ESTRUCTURAS INJUSTAS

He visto en el cine “Celda 211”. La película me ha parecido buena en el sentido de que es entretenida, se ve con interés, y está bien hecha y muy bien trabada.

Sin embargo desde el punto de vista ideológico me parece nefasta y perniciosa.
Me cuesta entender esa tendencia que existe de querer ver siempre el orden establecido como injusto. Da lo mismo que estemos en democracia, existan garantías procesales y habeas corpus. El sistema siempre es malo.

La película comienza mostrando el suicidio de un preso y una visión tradicional de las cosas: los funcionarios son los buenos y los presos que se amotinan los malos. Poco a poco las cosas van cambiando y al final quieren hacernos creer que el orden establecido es en realidad malo-malísimo y el “malabestia” que la protagoniza (Luis Tosar) es en realidad un ser humano con sentimientos de lealtad hacia sus amigos. Al final se “descubre” que el suicidio del preso del principio fue en realidad una salida ante tanta injusticia.

Creo que nunca en la historia se ha tenido tanta compasión con los “indeseables”. No creo que nunca en la historia los violadores, los asesinos, los terroristas hayan sido mejor tratados. Y sin embargo, parece que nos regocijamos en presentarlos como víctimas de un orden cruel. Por lo visto aún no los tratamos suficientemente bien.

La película se sitúa en la época actual: cuando ya existen los contactos bis a bis. ¿Es injusto y cruel un régimen carcelario que permite el bis a bis de los reclusos?
Posiblemente si, pero si es así será por permitírselo.

Con las ideas que tenemos sobre la sociedad no me extraña que la educación esté como está. El sistema siempre es injusto y está corrompido. Los asociales en realidad son rebeldes cuya rebeldía está justificada. El “objetor escolar” es en realidad una víctima del sistema, nunca alguien que perjudica tremendamente a todos haciendo un daño enorme.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Crepúsculo ¿educativa?

Supongo que habéis oído hablar de “Crepúsculo”. Se va a estrenar la segunda película basada en la trilogía de moda entre adolescentes. Aprovechando esta historia una cadena de televisión esta noche ha puesto la primera película. Sólo sabía que se trataba del amor platónico entre una jovencita y un joven vampiro pero le he encontrado más sabor del que yo creía.
Me ha parecido interesante el planteamiento de unos vampiros “vegetarianos” que se niegan a matar humanos y sobreviven bebiendo sangre de animales aunque lo que verdaderamente les tienta es la sangre humana. Viven en constante lucha consigo mismos, en una palabra: reprimiéndose.
Algunos han visto lo que ellos llaman “un mensaje ideológico conservador”. La historia describe el amor entre dos adolescentes que no puede consumarse sexualmente porque él, el vampiro, mataría a la chica o la convertiría en vampira, si tuviera relaciones con ella.
En realidad habla de la esencia de lo humano. Del problema de la libertad. Esos vampiros somos nosotros. A cada momento reprimimos lo que nos apetece hacer (las ganas más inmediatas) para realizar lo que REALMENTE QUEREMOS HACER.

Me ha parecido educativa. Así de sencillo.

Solo es libre quien sabe controlar sus impulsos sea joven o adulto. Y la adolescencia es el momento de aprender a controlar los impulsos sexuales.

Los vampiros de la película son monstruos porque son vampiros, pero no quieren serlo. También nosotros somos egoístas pero podemos aprender a convivir.

Los seres humanos pueden ser bestias salvajes, puede convertirse, sin demasiada dificultad, en nazis o en los comunistas responsables del Gulag.

Esos vampiros que matan animales para no vivir matando humanos y ese joven que sabe que no puede dejar a sus deseos sin control es una buena metáfora de quienes somos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Derechos Humanos en la Universidad

¿Debe haber una asignatura de Derechos Humanos en la Universidad?

Estuve durante unos años en el grupo de Amnistía Internacional de mi ciudad cuando era estudiante. Entonces Amnistía únicamente se ocupaba de presos de conciencia, pena de muerte y prohibición de la tortura. De esto hace 20 años. Ahora sigo siendo socio pero hacía una barbarídad que no pasaba por las reuniones.

El otro día, con la intención de que fueran a dar una charla a mi Instituto sobre Derechos Humanos estuve un rato en la reunión con sus actuales miembros a los que no conozco.

Uno de ellos explicaba que el candidato a Rector, con el que se había reunido como miembro-representante de Amnistía, no estaba por la labor de introducir una asignatura sobre Derechos Humanos en Matemáticas ni en otras muchas carreras.
Él para convencerle le contó lo que contaba Savater de un cartel que vió en Brasil. "Osama bin Laden, Ingeniero" Y debajo decía: "Formar profesionales es fácil, lo difícil es formar ciudadanos".

La verdad es que me parece un tanto raro que se den clases de Derechos Humanos a los universitarios. Lo lógico es que esa educación ya deberían tenerla cuando llegan a los estudios superiores.
Sin embargo estoy seguro que mis compañeros de Amnistía lo hacen con toda su buena intención. Como estaba de invitado ni se me ocurrió poner en cuestión el asunto pero la verdad es que cada día entiendo menos este mundo en el que cada mitad de la humanidad piensa que la otra mitad está totalmente equivocada.