viernes, 24 de abril de 2009

EL PRESTIGIO DE LA TRADICIÓN.

Se quejaba el otro día Pseudópodo del desprestigio que tiene la tradición. También yo le tengo respeto a la tradición y sin embargo creo que está herida de muerte por todo un proceso histórico de “racionalización”. En la época actual se considera que es la propia razón la que ha de dar el visto bueno a cada una de las verdades. Desconfiamos de lo que “se ha dicho siempre” y sólo lo admitimos cuando encontramos razones propias que lo justifican.

Examinemos algo más general. ¿Qué valor se da actualmente al argumento de autoridad?
Durante la Edad Media utilizan mucho este argumento. Esto es así, como ya dijo Aristóteles. ¿Será el paso del geocentrismo al heliocentrismo el que arruinó la fe en la autoridad?

No tengo seguridad (aunque creo que fue decisivo) pero Descartes proclama que admitirá como verdadero únicamente aquello que su razón vea de un modo claro y distinto. Descartes ya no se fía de nadie. Se acabó la autoridad y la tradición. Es su propia razón la que tiene que dar el visto bueno a cualquier proposición para que ser admitida como verdadera.

Hume escribiendo sobre su propia filosofía la alaba diciendo que “sacude el yugo de la autoridad y acostumbra a los hombres a pensar por sí mismos”.
Parece que la autoridad en lugar de ser una ayuda se ve como un obstáculo en la búsqueda de la verdad y se considera algo que esclaviza y nos impide buscarla libremente.

Kant culminará este proceso de “autonomización de la razón” invitando a todos a ATREVERSE A SABER. El hombre que confía en la autoridad es como el hijo que sigue las enseñanzas de su padre pero llega un momento en que el niño crece y ha de tener el valor de juzgar con su propio entendimiento.

¿Qué tiene que ver todo esto con la tradición? La tradición es el saber que nos han entregado las generaciones anteriores. Podemos darlo por válido puesto que “funcionó” durante tanto tiempo o podemos someterlo a crítica y no admitirlo como fiable a no ser que nosotros mismos encontremos razones de su verdad. Esto último es lo que sucede en nuestro tiempo y me parece muy difícil que deje de ser así.
No conozco bien la historia de la ciencia pero creo que el método experimental al erigirse en criterio último de verdad arruinó toda la fe en la tradición y la autoridad anteriores. La nueva biología evolucionista, por ejemplo, acabó con la biología teleológica de Aristóteles. Los gigantescos avances en medicina y en tecnología nos hacen mirar el pasado con desprecio. Ellos no sabían y nosotros sí. Tras el extraordinario dominio sobre la naturaleza que ha experimentado el hombre en los dos últimos siglos (y que ha sido un salto colosal) parece difícil mirar a las generaciones anteriores como portadoras de verdad. Cada día las recientes investigaciones parecen descubrir cosas nuevas y se mira el saber de los anteriores con suficiencia.

¿Fue la ciencia la que arruinó la fe en la tradición? ¿Han sido los avances científicos debidos al método experimental los causantes de este cambio? ¿Es posible seguir encontrando algún valor a la tradición por si misma, aunque parezca absurda? ¿En qué campos?¿No necesita cada afirmación tradicional hoy en día una justificación racional? ¿No es eso precisamente lo que hacía Marvin Harris cuando nos explicaba las razones para que las vacas sean sagradas en la India?

NOTA FINAL: Para terminar pondré un ejemplo de “norma tradicional” que se ha mantenido y no ha sido contravenida, AÚN, por el racionalismo. El tabú del incesto. Parece claramente perjudicial romperlo si de él se va a derivar descendencia pero … ¿Quedaría hoy permitido puesto que es fácil separar de un modo absolutamente eficaz sexo y procreación?

Por si alguien quiere leer los textos completos de los filósofos.