sábado, 22 de agosto de 2009

No quiero que mi hija sea una puta

Jose Luis Ferreira en su blog plantea el tema de la prostitución. Todos son allí partidarios de legalizarla. Yo no. Hace tiempo escribí esto en otro sitio. Lo recuerdo aquí ahora.

Yo creo que soy abolicionista (aun sabiendo que es un objetivo imposible de lograr en su totalidad).

Lo que quiero decir es que a mí la prostitución no me parece un trabajo tan digno como otro cualquiera.
Un amigo me decía una vez que a él lo de “puta” no le parecía un insulto.
Y estoy de acuerdo en parte. No me parece bien que se utilice la palabra despectivamente. Pero querer que no se desprecie a las mujeres que la ejercen no puede convertirse en considerar el hecho de vender tu cuerpo como algo no-degradante.

La película “Princesas” de León de Aranoa parece que el único problema que le ve a la prostitución es que está mal vista socialmente y eso les impide a estas mujeres echarse un novio formal o poder decirle a su familia cuál es su auténtico trabajo. Me parece una simplificación.

Creo que la tradición occidental ha separado de un modo artificial y exagerado los aspectos espiritual y material en el ser humano. Cuerpo y alma son facetas de una misma realidad: la persona. Hoy en día, que la ciencia reclama una visión unitaria del hombre, a la hora de tratar determinados temas sin embargo todo el mundo habla de amor y sexo como si fueran cosas claramente separables y completamente distintas. No podemos –con los científicos- afirmar que “el alma está en el cerebro” y a la vez considerar que tener relaciones sexuales con una mujer es como jugar una partida de ajedrez con ella por internet. El sexo, entendido como deporte es una violencia a la naturaleza de las cosas, y el hecho de que esa violencia esté muy extendida no la hace menos grave, al contrario. Entender la relación sexual como absolutamente separado de la relación entre personas es una abstración posible pero perjucial.
Quiero decir que cuando a un bebe lo acaricias le estás dando “amor”. Afecto y caricia está ligados. ¿Por qué nos empeñamos en disociarlos? Lo que las prostitutas venden no es sexo sino “amor”, sucedáneo de amor, si queréis, pero esa es la idea: conseguir lo más parecido al amor que se pueda encontrar por dinero.

Creo que la prostituta, dando lo más íntimo, obligada a darlo por dinero, sufre una degradación. De algún modo se perjudica a sí misma. Parece que algunas guardan algunos gestos (no besan o no hacen determinadas cosas) para entregar esos gestos únicamente a sus verdaderos amantes. Como si en su gran santuario profanado tuvieran la esperanza (seguramente fundada) de poder preservar un pequeño altar sagrado y sin corromper.

Creo que lo que pienso no queda realmente explicado. Pero esto se hace muy largo y hay que tener piedad con el que lee.

jueves, 6 de agosto de 2009

Manual d'amore y unos dibujos

“Manual de amore” fue una graciosa película italiana que tuvo cierto éxito hace unos años (tuvo segunda parte).

Eran varias historias en distintos capítulos y con diferentese personajes pero el título de la película parecía indicar que era una descripción del amor. El problema con la descripción de algo es que al tiempo que dices lo que es, de algún modo, estas diciendo lo que debe ser. Me explico, si dices ”describiré lo que es el amor” suponemos que vas a captar la esencia del amor. Si nos quieres contar lo que es “un profesor” supongo que habrás de indicar que es alguien que enseña algo al alumno. Simplemente al señalar lo que es, estás mostrando lo que debe ser.

Voviendo, entonces, a la película. ¿Qué entendía por “amor”?
El amor es un proceso cíclico que atraviesa distintas fases reflejada en los distintos capítulos. 1. enamoramiento, 2. crisis (cansancio), 3. infidelidad, 4. abandono, 5. nuevo enamoramiento. Comienza de nuevo el ciclo.

Aunque la película tenía méritos que no le niego, desde el punto de vista ideológico me parece equivocada y nefasta. Entenderéis que se podría describir el amor de otro modo. O entenderéis, al menos, que yo lo quiera describir para mí de otro modo. Por ejemplo... ¿por qué no incluir en la esencia del amor los hijos como una prolongación natural del amor y su fruto lógico?

RESPUESTA AL QUE ESCRIBE: - Mire usted, déjeme de monsergas, que muchos amores terminen produciendo hijos, no impide que podamos describir el amor sin
ellos. El director describe cosas que suceden en el amor, sin juzgar si le gustan o no, o si deben ser así o no. Se limita a dibujar estampas posibles en el amor.

VUELVO A ESCRIBIR YO.
¿Situaciones posibles? ¿Te parecería lógico que nos contara “el maltrato doméstico” en el “manuale d´amore”? ¿Tendría sentido que lo incluyera? ¿No es eso una aberración del amor?

RESPUESTA AL QUE ESCRIBE: Cuando alguien mata a su pareja y se suicida no es amor, es una patología del amor.

VUELVO YO A ESCRIBIR: ¿y la infidelidad forma parte del amor? ¿El abandono forma parte del amor?

En todo caso, que quede claro que yo, como “manual d’amore”, me identifico más con la concepción de Pseudópodo que ha quedado reflejada en unos dibujos infantiles de su hija que podéis ver aquí. Una delicia.

Los dibujos solo son dibujos, lo que hizo que me acordara de este película y del debate ideológico que puede suscitar fue el título que a ellos le pone su padre. Descubre toda una manera de pensar.

lunes, 3 de agosto de 2009

¿Sería nada la moral del cristianismo sin los griegos?

En el blog de Jesús Zamora se preguntan si el cristianismo es la base de nuestra moral.
En el de Pseudópodo comparan las acciones de dos representantes de la moral griega y cristiana.

Quiero dejar aquí mi particular contribución al tema que es, en realidad, un comentario en el blog de Jesús Zamora.

Decía el otro día que sobre este tema era difícil ponerse de acuerdo. Sin embargo, algunas cosas están claras. Por ejemplo, la última frase del post de Jesús (Zamora), es cuando menos, una exageración. Si este blog ha alcanzado un digno puesto entre los blogs españoles de la ciencia desde luego no creo que sea por frases como esta. Decir que sin los griegos el cristianismo seguiría tirando piedras es sencillamente falso. Es dejarse llevar, ya lo apuntaba el otro día, por esa tendencia actual a “minimizar” el cristianismo y renegar de él. Alguien que quisiera ser fiel a la verdad (un científico debería serlo) lo que habría de hacer sería evaluar de un modo objetivo (¿objetividad imposible?) su contribución real a nuestra moral actual.

La moral cristiana que hemos heredado debe mucho (yo no me atrevo a determinar cuanto) al pasado griego. Pero que la religión cristiana crezca en convivencia con la moral platónica, la aristotélica, la estoica y desde luego “ bautice” (por decirlo como se decía antes) o adopte muchos de los preceptos morales de estas filosofías no debe llevarnos a negar sus aportaciones originales ni a caer en la simpleza de decir que “la moral cristiana” es una versión más del pasado griego.

La importancia que la religión cristiana da al amor y como consecuencia la centralidad del amor en la moral cristiana no se da antes de Jesús y creo que se podría señalar como lo más específico de esta moral.

Jesús llama a Dios “padre”. Lo señalaba más arriba Hector. Pero “Abba” en hebreo no es que signifique “padre”, es que es la palabra que usan los niños para referirse a su padre. En realidad en castellano habría que traducirlo por “papá”. Esa relación tan íntima con la divinidad y ese sentirse “hijos de Dios” es lo que convierte a todos los seres humanos en hermanos.
La oración que Jesús enseña a los apóstoles no es una oración individualista: yo le rezo a mi Dios. Es una oración que se reza usando el plural “Padre nuestro”. Es decir, porque tenemos un padre común al que rezamos juntos somos hermanos y por eso nos debemos amor y perdón.

Si se quiere decir que Jesús no sería nada sin los griegos hay que señalar dónde (de entre las morales griegas) se encuentra la insistencia en el perdón en las relaciones humanas. “Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. ¿Está ya la caridad como virtud en los griegos? Que yo sepa… no. Si es así hay que decir DÓNDE.

Otra cosa, la frase de que la moral judía era un cúmulo de salvajadas es otro exceso verbal, solo disculpable porque en estos días de sol que a todos nos calienta la cabeza a algunos les calienta también la boca (si me aceptas la broma, Jesús).
¿La moral judía es una salvajada? ¿comparada con cual? Supongo que habrá que hacerlo con morales de la época. ¿no?
Seguro que en el libro del éxodo se pueden encontrar preceptos que podemos calificar de salvajes pero para juzgarlos con justicia habrá que ponerlos en su contexto histórico.

Nombro dos cosas.
Primera. ¿Qué me decís de los sacrificios humanos tan del gusto de algunas religiones primitivas? Todos recordareis el episodio del sacrificio de Isaac ¿no? Aunque el fiel Abraham está dispuesto a sacrificar a su hijo Yaveh al final lo sustituye por un carnero. El texto es considerado por los estudiosos como una prohibición expresa de los sacrificios humanos. Un avance judío sobre otros pueblos, no una salvajada.

Segunda. La famosa frase del “ojo por ojo y diente por diente” cuando la leemos hoy nos parece un ejemplo de crueldad. En realidad, es una regla de justicia (IMPECABLE) y es un progreso con respecto a la pura ley del más fuerte. La ley del talión es un FRENO A LA VENGANZA. Si alguien te ha roto un diente tienes derecho a romperle tú uno no debes partirle toda la boca. Si alguien te ha sacado un ojo tú no debes sacarle los dos. Un avance, no una salvajada.

Por cierto, el siguiente avance en las relaciones personales será el de Jesús que nombraba más arriba: el perdón.

sábado, 1 de agosto de 2009

¿AMOR PROPIO Y PLACER CONTRA ETA?

Creo haberme explicado mal en el post anterior. Por el comentario de Jusamawi creo que así ha sido.

Yo no trataba de disculpar a los que guardan silencio en el país vasco. Aunque no voy a ser el que los acuse porque no se si tendría más valor que ellos. Pero como dígo no era el tema que yo quería plantear con la carta-ficción.

La conducta valiente de Savater no se deriva de sus presupuestos teóricos. Esa es mi idea. O dicho de otra manera. Defendiendo las mismas ideas de Savater cabe perfectamente la conducta del cocinero cobarde.

ETICA COMO AMOR PROPIO. ¿Condeno a ETA por mi bien, para vencerlos y poder vivir en un país mejor? ¿Y si de momento lo único que consigo es que manden amenazas a mi restaurante y me arruinen el negocio? Sí, yo como persona soy muy honrado y muy justo por haberme enfrentado a la banda asesina pero ¿qué hago? ¿traslado mi restaurante a Madrid?
Ser justo no me cabe duda de que es muy beneficioso a nivel personal. ¿Pero cual es el beneficio que obtiene un muerto? Recuérdese que Savater es ateo y en consecuencia esta vida es todo lo que tenemos.

EL PLACER COMO UN VALOR IMPORTANTÍSIMO. Creo que es fácil imaginar qué placeres puedes perder si estás amenazado por ETA. Hasta puedes perder la condición básica que hace posible cualquier placer: la vida. Cuando le leo a Savater su encendida defensa del placer en “El valor de elegir” me pregunto: ¿Pero en qué lugar de la escala de valores queda el placer? ¿Hay que sacrificarlo a la lucha por la justicia?

Lo que yo creo es, pensé que podía traslucirse en lo que dice mi cocinero, que la admirable conducta de Savater no nace de sus planteamientos teóricos.