miércoles, 3 de junio de 2009

¿RELIGIÓN PARA EL QUE PUEDA PAGÁRSELA?

Considero la religión un bien de la comunidad. Tan común como cualquier otra cosa. Por eso quiero que en España, donde tantas cosas se pagan con dinero público, también la religión se sufrague con dinero público.

Que no todo el mundo requiera los servicios religiosos no me parece razón para que se excluyan del gasto común. Para que algo pertenezca a la sociedad no es necesario que lo demanden cada uno de sus miembros. “Radio dos” (que emite música clásica) puede ser minoritaria pero me parece muy bien que se pague con dinero público y una riqueza que exista.

No me parece lógico que se privatice la religión y no se privaticen, sin embargo, los pabellones municipales, las ferias y fiestas, o el mantenimiento del patrimonio artístico.

Entiendo que las iglesias se tengan que mantener por la iniciativa privada en EE.UU. porque allí todo es privado pero no aquí donde todo está subvencionado.

Si la religión se la tuviera que pagar cada uno de su bolsillo ¿por qué no las verbenas o los pabellones deportivos? ¿por qué no los sindicatos y las ayudas al cine?
Lo que se paga con dinero público es porque se quiere que no sea privilegio de nadie y llegue a todos. Por eso, yo creo que tengo tanto derecho a que el Estado pague mi servicio religioso o la educación religiosa de mis hijos, como los demás tienen a que exista un polideportivo municipal o a que se arregle la muralla de Ávila gastando un dinero que a lo mejor yo no quiero que se gaste.

¿Que se ayude a otras religiones y no solo a la Iglesia Católica? Creo que ya se está en ello.

7 comentarios:

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Gracias por el enlace.
Hace la pila de años (antes del concilio de Constantinopla, tirando por lo bajo), publiqué en El País un artículo con argumentos muy similares, como puedes comprobar.
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De todas formas, creo que hay que tener cuidado con lo que se enseña: si muchos padres pidieran que se educara a sus hijos en la ignorancia de la ciencia y en la glorificación del genocidio, ¿lo aceptaríamos, con el argumento de que, al fin y al cabo, la enseñanza se paga con sus impuestos? A día de hoy, más bien pienso (con la querida contertulia Áloe) que en la escuela se enseñan DEMASIADAS cosas, que hay que dejar la escuela para el aprendizaje de las cuestiones que la inmensa mayoría de la sociedad considera más básicas (lenguas, matemáticas, algo de ciencia, historia, y un poco de filosofía); y las demás cosas (incluídas las artes, los deportes, todas las asignaturas chorra introducidas desde los años 80, y las religiones) que se estudien VOLUNTARIAMENTE por las tardes, para el que le salga de las narices .

José Luis Ferreira dijo...

No es cierto que en EEUU no se subvenciones actividades culturales, como la música clásica. Pero eso no es lo importante.

Que algo sea considerado bien público por un grupo de ciudadanos no implica inmediatamente que deba ser sufragado o fomentado (total o parcialmente) por el Estado. Hará falta algo de consenso sobre qué tipo de cosas.

Antes de dar dinero a la Iglesia Católica le impondría una re-estructuración (como se ha hecho con otras empresas humanas). Sobran curas, iglesias y todo tipo de propiedades que tiene para hacer su actividad. Puede enajenar parte de esas propiedades para enjuagar sus aparentes faltas de monetario (que, por otra parte, no me creo, vistos los proyectos como el del minivaticano que quieren hacer en Madrid). Cuando pongan orden en su actividad podrán pedir a los demás.

En cualquier caso, yo pienso que no hace falta nada de dinero público para eso, a no ser que se quiera usar el poder del Estado para conseguir con mayor éxito el adoctrinamiento infantil. Hasta que eso no pare, votaré siempre en contra.

Anónimo dijo...

El fenómeno religioso, la dimensión espiritual del ser humano, la historia de las religiones son aspectos que pueden tener cabida en la enseñanza. El adoctrinamiento en una religión concreta, la transmisión de creencias no.Se puede evaluar lo que uno conoce sobre la historia de las religiones no el alcance de la fe o el tipo de creencias que se tienen.
El estado debe sufragar los gastos de la educación, debe, en todo caso, permitir la libre elección de centro por parte de los padres pero no puede subvencionar el adoctrinamiento. Ni en religión ni en nada.
La religión como creencia, debe permanecer en el ámbito privado.
Si la escuela pública, por demanda social, permite que en sus aulas se transmitan creencias religiosas, lo debe hacer, y yo no estoy seguro de que deba, fuera del horario escolar y por supuesto con caracter voluntario y sin que exista una alternativa obligatoria para aquellos que no estén interesasdos en tales creencias.

elquebusca dijo...

Jesús, ¿un día fuiste profe de instituto? Un saludo para el viejo compañero.

Jose Luis, he oido que lo les pasa a las curas es que faltan, no que sobran.

Jusamawi, tu comentario me ha inspirado la entrada de hoy.

José Luis Ferreira dijo...

Faltan curas con respecto a los que quisieran tener. Con menos de la tercera parte de las iglesias que hay se servirían perfectamente las querencias religiosas de los católicos practicantes que las demandan.

elquebusca dijo...

En las ciudades no sé. En los pueblos claramente faltan curas. Uno de ellos tiene que atender a un montón de pueblos cercanos, con lo que se pierde de cercanía y dedicación.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

No fui profe de instituto "un día", sino catorce años.
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Y si es verdad que faltan curas en los pueblos, pues se pueden llevar de las ciudades, donde muchas iglesias están casi vacías.
Por otro lado, si la Iglesia Católica no fuese tan TERCA sobre la demanda de celibato, seguramente habría muchos más que querrían hacerse sacerdotes.