lunes, 13 de julio de 2009

CARTA (FICTICIA) DE UN COCINERO A FERNANDO SAVATER

Querido Fernando Savater:

Acabo de leer tu artículo sobre “elegir el placer “ del libro “El valor de elegir”. Maravilloso. Su lectura me ha dado fuerzas para escribirte.

Sé que te disgustaste y así lo manifestaste cuando un montón de cocineros vascos no quisimos condenar públicamente y en grupo el asesinato por ETA de Ramón García Díaz, también cocinero en Euskadi. Esta carta es para explicarte por qué no lo hicimos. O al menos por qué no lo hice yo.

Tú has escrito "la ética como amor propio". ¿Tú crees que a mí con un negocio, me beneficiaría significarme de esa manera?

Sabes que admiro tu valentía. Yo sé que tú disfrutas polemizando, que todo esto te hace estar en los medios y aunque te ganas la antipatía de los nacionalistas en el país vasco, no deja de ser propaganda en el resto de España. Mi restaurante lo que menos necesita son problemas de este tipo. ¿Comprendes? Sabes que por aquí vienen a comer gentes de todo condición y podrás imaginar que en un negocio como el mío no es bueno crearse enemigos. Si ETA me amenazara de muerte no solo me impediría vivir tranquilo sino que además podía acabar con mi medio de vida.

Puedes hablarme de dignidad, de acuerdo, pero yo, como tú, soy ateo. Creo que lo que disfrutamos es todo lo que hay. Se podrá vivir mejor o peor pero si te quitan la vida te lo quitan todo. Si me matan ¿Dónde queda la dignidad?

Conoces de sobra que me gustaría que no existiera la ETA pero no quiero poner en peligro todo lo que tengo solo para decirles en público que desaparezcan. Me he acostumbrado a disfrutar de la vida sin más complicaciones y soy feliz. Como explicas en tu libro he elegido el placer. Sabes que soy persona de horarios fijos y de pequeños placeres, que para mí son la delicia de la vida. Los paseos por la playa de mañanita con Menchu, los ratos con los amigos en el bar algunos días y desde que mi nieto tiene cuatro años las horas en el parque con él son hoy en día lo que más valoro. Mucho me temo que si ETA me amenazara perdería aquellas cosas con las que más disfruto. He elegido el placer, ¿tú lo entiendes?

………………………

Esta carta es una ficción. Pretende hacer explícitas algunas consecuencias que se pueden sacar de “Elegir el placer” y “La ética como amor propio”.

Al mismo tiempo, su autor (el real, no el ficticio) revela su miedo y quizá su falta de dignidad. Pero ese es otro tema.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando pensamos en la violencia terrorista de estos últimos 40 años es lógico y normal que lo que primero nos venga a la cabeza sean las caras de las víctimas que la han sufrido directamente.
Los únicos responsables de la situación que vivimos son los violentos. Cada vez que actúan lo único que hacen es mostrar su repugnante fanatismo.

Hay otra cosa, sin embargo, que llama tremendamente la atención: el silencio.
Se ha llegado a tal situación que la gente convive con la violencia como si no pasara nada, como si no fuera un asunto suyo. Pueden haber matado a alguien a la vuelta de la esquina y, sin embargo, el bar situado a 100 metros sigue lleno de gente tomándose sus vinos.
En el trabajo, de estos temas no se habla.Ayer mataron a una persona pero hoy se habla de fútbol.
En los institutos no se comentan estos asuntos, sería tendencioso.
En la familia y entre amigos estos temas no se tocan, no sirven más que para discutir. Son más importantes la amistad y las relaciones familiares.
¡Y un cuerno!
Es comprensible que tu cocinero tenga miedo, pero puede ser también criticable.
Es triste ver a un cocinero con guardaespaldas por haber hablado. Más triste es verlo callado.

Si hubiera que mostrar mediante una imagen o una palabra estos años de violencia,primero recurriríamos a sangre,dolor,pistolas o bombas .
Tristemente otro símbolo que representaría perfectamente estos tiempos es el silencio.No un silencio cualquiera.Un silencio culpable.

elquebusca dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dices. No trato de justificar la conducta de los que tienen miedo. Quiero saber cual ha de ser "la fe" del que rompe el silencio para denunciar aun a riesgo de perder la vida. Para mí solo puede ser una fe trascendente.
El siguiente post intenta explicar lo que sin duda no supe.

elquebusca dijo...

Y disculpa la tardanza, es que estaba de vacaciones. Es una pena, para un comentarista que tengo y lo hago esperar.

Anónimo dijo...

No necesitas disculpas.Estando en las fechas en las que estamos ya imaginaba que andarías de vacaciones.
Por lo que cuentas parece ser que hubo un malentendido.Paso,entonces,a leer el nuevo post.