Una de las ideas de Postman es que toda tecnología reconfigura nuestra visión del mundo y de algún modo todo lo anterior puede ser afectado por la nueva tecnología. Dicho con otra palabras “A un hombre con un martillo todo se le vuelven clavos”.(Si no han leído el artículo que resumen las ideas de Postman en Pseudópodo no saben lo que se pierden)
A una persona con un ordenador todo se le vuelven datos. Eso es lo que le ha debido de pasar al señor Ibarra, expresidente de Extremadura. En un artículo suyo relativamente reciente el influyente político arremete contra los que piden autoridad para el profesorado cuando hoy en día todos los conocimientos están a mano en Google con un simple click.
El conocimiento no es una cuestión de datos. O al menos no es solo de datos.
Imaginen una persona que se maneja hablando inglés.
Imaginen ahora una persona que tiene un extensísimo diccionario, y además un conjunto enorme de libros sobre gramática inglesa, y además una enciclopedia gigantesca sobre fonética y pronunciación inglesa. Si ustedes no supieran inglés (por cierto yo lo estoy estudiando) ¿con quién se irían a Londres de viaje?
El conocimiento no son datos. Un político debería saberlo.
La gravedad que tiene que un político esté tan despistado es enorme. A veces me arrebata un ataque de estupidez y creo que lo que los profesores hagan en sus clases es independiente de lo que marquen los políticos. Pero esto es un absoluto error. Ellos son los que deciden a qué se dedica más dinero, cuales son las prioridades y en qué ocuparán su tiempo los funcionarios.
Por ejemplo: En mi instituto, como en casi todos los de Castilla y León, existe un plan de fomento de la lectura no como fruto de un sentir común de los profesores sino porque la Junta obliga a que exista. Y esto porque el político de turno considera que es muy importante fomentar la lectura en los niños y adolescentes. Otro ejemplo muy cercano al anterior: existe un programa del Ministerio de Educación con el cual puedes traer a un escritor para que les de una charla a los alumnos pagado con fondos del Ministerio. Al nuestro han acudido varios financiados de esta manera. No digo que estas cosas estén mal lo que quiero hacer ver es que los políticos marcan directrices y abren caminos que los demás transitamos.
Por eso es tan grave el disparate de Ibarra. Pensar que ordenadores e Internet en los institutos ayudará “mucho” a la educación es una idea tan engañosa como falsa. Jose Antonio Marina dice que un burro conectado a internet sigue siendo un burro.
..........................
Salió este asunto en el blog de Pseudópodo el otro día y pensé que podía hacer un post para insistir en el tema. Luego he encontrado un post en Wandenland que ponía en evidencia el disparate del expresidente. Había leído el post de Serenus Zeitbloom en su momento, que es cuando Ibarra escribió su artículo pero lo había olvidado. Ahora que vuelvo a releerlo veo que el mío es repetitivo. Pero voy a colgarlo por dos cosas. Una: porque ya lo tengo escrito. Dos: porque a lo mejor alguien no lee el blog de Wandenland y le llega noticia de la majadería de Ibarra por primera vez. Tres: porque hoy estoy triste y colgar un post contribuye a hacerme sentir un poco mejor. Aunque no mucho, la verdad.
A una persona con un ordenador todo se le vuelven datos. Eso es lo que le ha debido de pasar al señor Ibarra, expresidente de Extremadura. En un artículo suyo relativamente reciente el influyente político arremete contra los que piden autoridad para el profesorado cuando hoy en día todos los conocimientos están a mano en Google con un simple click.
El conocimiento no es una cuestión de datos. O al menos no es solo de datos.
Imaginen una persona que se maneja hablando inglés.
Imaginen ahora una persona que tiene un extensísimo diccionario, y además un conjunto enorme de libros sobre gramática inglesa, y además una enciclopedia gigantesca sobre fonética y pronunciación inglesa. Si ustedes no supieran inglés (por cierto yo lo estoy estudiando) ¿con quién se irían a Londres de viaje?
El conocimiento no son datos. Un político debería saberlo.
La gravedad que tiene que un político esté tan despistado es enorme. A veces me arrebata un ataque de estupidez y creo que lo que los profesores hagan en sus clases es independiente de lo que marquen los políticos. Pero esto es un absoluto error. Ellos son los que deciden a qué se dedica más dinero, cuales son las prioridades y en qué ocuparán su tiempo los funcionarios.
Por ejemplo: En mi instituto, como en casi todos los de Castilla y León, existe un plan de fomento de la lectura no como fruto de un sentir común de los profesores sino porque la Junta obliga a que exista. Y esto porque el político de turno considera que es muy importante fomentar la lectura en los niños y adolescentes. Otro ejemplo muy cercano al anterior: existe un programa del Ministerio de Educación con el cual puedes traer a un escritor para que les de una charla a los alumnos pagado con fondos del Ministerio. Al nuestro han acudido varios financiados de esta manera. No digo que estas cosas estén mal lo que quiero hacer ver es que los políticos marcan directrices y abren caminos que los demás transitamos.
Por eso es tan grave el disparate de Ibarra. Pensar que ordenadores e Internet en los institutos ayudará “mucho” a la educación es una idea tan engañosa como falsa. Jose Antonio Marina dice que un burro conectado a internet sigue siendo un burro.
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Salió este asunto en el blog de Pseudópodo el otro día y pensé que podía hacer un post para insistir en el tema. Luego he encontrado un post en Wandenland que ponía en evidencia el disparate del expresidente. Había leído el post de Serenus Zeitbloom en su momento, que es cuando Ibarra escribió su artículo pero lo había olvidado. Ahora que vuelvo a releerlo veo que el mío es repetitivo. Pero voy a colgarlo por dos cosas. Una: porque ya lo tengo escrito. Dos: porque a lo mejor alguien no lee el blog de Wandenland y le llega noticia de la majadería de Ibarra por primera vez. Tres: porque hoy estoy triste y colgar un post contribuye a hacerme sentir un poco mejor. Aunque no mucho, la verdad.
6 comentarios:
La verdad es que el artículo de Rodríguez Ibarra daría para un post de la antología de bodrios. Al hombre (se ve que le sobra el tiempo) le ha dado últimamente por pontificar sobre la sociedad de la información, y cualquier día resultará que él fue uno de sus pioneros.
Aparte de lo que dices aquí y de lo que dijo Serenus, apunto algunas otras necedades de Ibarra.
Por ejemplo, le vendría bien leer a Postman para no decir simplezas como ésta: Ni el ordenador ni la máquina devapor son generadores de valores, sino el uso que las personas estemos dispuestos a dar a los mismos (no se ha enterado de que el medio es el mensaje) o esta otra: “Ser progresista es intentar progresar al ritmo que marca la sociedad, entendiendo, comprendiendo y, a poder ser, liderando ese ritmo con el objetivo de generar igualdad, más libertad y con la pretensión de que las tecnologías que van apareciendo estén al servicio de todos. Como si se pudiera liderar y dirigir el avance tecnológico. ¿Con un plan quinquenal, quizá?.
Y luego el remate es cómo acaba: Hablar de socialismo sigue siendo hablar de colectivismo, de compartir, cooperar y colaborar; de internacionalismo y de cooperación; y eso hoy es hablar de Myspace, Facebook, Twitter, Tuenti, Creative Commons, Wikipedia o software libre. Nadie duda ya del éxito arrollador de estos proyectos basados en valores y principios socialistas. Eso es progresismo de hoy.. Aquí ya me parto: resulta que la mayoría de los inventores de todos esos proyectos socialistas son orgullosos ciudadanos de los USA, que, cuando tienen algún perfil político, están más bien en el libertarianismo: o sea, las antípodas del socialismo.
(Bueno, este comentario, en realidad, es para que te animes, hombre. Que colgar un post viene bien, pero que te lo comenten viene mejor).
:) :) :)
Al final del post dices que vas a dar dos razones y das tres y numeradas. Me encanta cuando encuentro un blog cuidado, reflexivo, revisado, que cuida los detalles. No es tu caso.
:(:(:(
Yo te animo también a escribir. No tenía noticia de la sandez de Ibarra y me he enterado por tu blog.
Gracias.
"Al final del post dices que vas a dar dos razones y das tres y numeradas. Me encanta cuando encuentro un blog cuidado, reflexivo, revisado, que cuida los detalles. No es tu caso."
Quien promete dar dos razones y da tres no ha mentido, pues el tres incluye al dos (a no ser, claro, que se diga "dos y sólo dos razones").
(Athini)
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